7 reglas de paracelso (opinión)


Victorino Abad
2011-03-20
Historia de la medicina
Las 7 reglas de Paracelso
1. Es importante a diario cuidar nuestra salud. Paracelso nos recomienda seguir ciertos pasos, que nos ayudara a mantener en equilibrio nuestra salud, tales como: evitar lo que es el  alcohol, el tabaco y medicamentos, a menos que estos sean necesarios para algún tratamiento. También, nos recomienda respirar profundamente, y con mucha frecuencia, pero se refiere a respirar aire puro, y así, llenar nuestros pulmones con aire limpio. Tomar agua, es muy importante, tanto así nos dice que tenemos que tomar alrededor 2 litros diarios de agua, y ahora, es recomendado tomar alrededor de 8 litros de agua diario. Comer frutas, es muy importante, pues poseen muchas cosas que benefician al cuerpo, y masticar a estas y en general la comida “perfectamente” como dice el, para que en la digestión no haya problemas, y el alimento pase sin mayor compromiso al sistema digestivo, para que la comida pueda ser absorbida sin perjudicar al funcionamiento normal de este.
2. El ánimo, esta ligado con el cuerpo, nos recomienda alejarnos de cualquier pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza. Lo menciona con tanto énfasis, que nos dice: “Huir  como  de  la  peste”. Es muy importante tener muy firma y tranquila a nuestra alma, a nuestro espíritu, y no dejar que factores externos, tales como personas: maldicientes, viciosas,  ruines,  murmuradoras,  indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares… Afecten nuestro animo, porque esto tocara nuestro espíritu, y el que es débil de espíritu, es más susceptible a enfermedades del cuerpo. Por lo tanto, como decía Paracelso “El azar no existe”, nuestros actos son los que nos llevan a que nuestro cuerpo, o nuestro alrededor se vea afectado, nosotros somos los que controlamos lo que nos pasa… Hay que tener acciones rectar, siempre pensando en no afectar a nuestro espíritu, porque este es la fuerza de nuestras acciones.
3.  Hacer bien, buscar ayudar a cualquier persona, cualquiera que sea su estatus, su raza, su capacidad, su cultura, el color de su piel… Nunca tratar mejor a cierta persona que otra, todas las personas tienen derecho a ser tratadas por igual, cualquiera que sea su posición. Pero Paracelso, nos recomienda algo muy curioso: “huir  de  todo sentimentalismo”. No se refiere a ser un frío sin corazón, solo que nos dice esto, para que la muerte de tal persona, no nos debilite, porque si debilita al espíritu, como ya mencionamos, debilita nuestras acciones. No podemos hacer bien la cosas, si estamos decaídos moralmente, si nuestras energías están debilitas... Ligarse a personas, nos afectara, según Paracelso. Y si estamos afectados, el trato,  a los demás pacientes, no será del cien por ciento, por lo tanto fallaremos, porque tenemos que entregarnos del todo al paciente. Si no nos entregamos, posiblemente podremos fallar. Hay que intentar buscar un límite, con el paciente, para que este se sienta augusto y bien, porque muchas veces, mas que el trato medicinal, en muchos casos, lo que llega a curar al paciente, es el buen trato, porque lo anima, anima su espíritu, y su cuerpo internamente, luchara para salir adelante y buscar mejorar.
4. Paracelso, nos dice, que no tenemos que odiar, y esto me recuerda, las palabras de Jesús que 1500 años antes, nos decía estas palabras… Paracelso, rescata estas palabras, no se si inconscientemente, pero las rescata. No podemos pensar en un: “ojo por ojo, diente por diente”. Tenemos que ir más allá de la razón, no podemos dejar domarnos por la ira del momento, mas eso, nos traerá problemas personales a futuro… Siempre hay esperar a que ese odio desaparezca, que no nos domine, porque no es bueno. Hay que pensar con la cabeza calmada, y con el corazón en paz, si es necesario, esperar horas, o días, pero el fin, el fin del hombre, no es afectar a los hombres. Hay que sabes esperar,  ser pacientes, porque: “el que triunfa, no es aquel que busca, sino el que sabe esperar”. Esta frase no es del todo correcta, porque es muy importante buscar, porque si no buscas, no encontraras, como decía Jesús: “al que toca se le abrirá”… Pero la frase mencionada, hace no mas de dos líneas, es importante usarla en el momento que el odia, la ira se nos apodera, porque si buscas cegado, ¿Acaso no te tropezaras, y caerás? Hay que saber buscar, y no es el momento, entonces esperar, esperar a que pase todo mal, e ir con paz interna, a retomar la búsqueda. Hay que recalcar esto, con las propias palabras de Paracelso: “Tu  alma  es  un  templo  que no debe ser jamás profanado por el odio”.
Hay que saber olvidar las ofensas, menciona Paracelso, y para esto, solo tengo las palabras de Jesús: “Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva”. 
5. Buscar paz; siempre hay que preocuparnos, de que nuestro espíritu, no este turbado. Hay que buscar algún lugar solitario, donde podamos olvidarnos de todo, y dejar nuestra mente en blanco, para poder que el silencio actué sobre nosotros, y nos fortalezca, nos llene de paz interior, y como dije en el punto anterior, dejar que cualquier turbidez se vaya, dejarla a un lado. Después de que todo dentro de nosotros, este en orden, de que este en paz… Pensar en todo, recapacitar, en cualquier cosa que hayamos hecho, y pensar en como mejorarla. En estos momentos, es cuando la inspiración llega, y no abraza, es cuando el ánimo crece, y queremos cambiar el mundo. Estas ideas, estas inspiraciones, son motivos de cambios en personas… Son las que suelen darnos las respuestas a preguntas sin respuestas hasta el momento, por eso es muy importante, dedicarle tiempo al silencio, pues este nos dará la respuesta… Pero siempre es importante esperar y ser pacientes, y que la ansiedad no nos controle.
6. Hay que saber abstenerse; no hay que ir por el mundo diciendo todo lo que un oye o aprende. Hay que saber ser precavidos, cautos, no podemos soltar la lengua a la primera persona que se nos cruce, pues nos puede afectar a futuro. No hay que ser muy confiados con todas las personas, mas antes, de hablar con alguna, conócela bien, y mira, si es la indicada para que guarde tú más íntimos  secretos. Una persona seria, no anda caminando por ahí, publicando lo que realiza a diario. Paracelso, pudo también haber hecho referencia, a lo que Jesús, también publicó: “Que tu mano izquierda, no sepa lo que ha hecho tu mano derecha”. Hay que saber actuar con mucha discreción, no hay, como dije, ir publicando cada cosa que hacemos, no hay que resaltarnos por nuestros actos, hay que aplastar nuestro orgullo, nuestras ganas de que la gente no alabe, y nos digan palabras hermosas. Porque, como decía Jesús: “el que anda por ahí, publicando sus actos, ya ha ganado su premio, pero el que se abstiene, y no dice nada, tendrá un premio  mayor en el cielo” (algo así es la idea). Y como decía Paracelso: “Es regla de suma importancia”.
7. No tengas miedo a ningún hombre; si haces todo correctamente, ¿Por qué temer? El mayor obstáculo del hombre, para sobresalir, para ir más allá, es uno mismo. Nosotros, somos los que nos ponemos esa gran barrera, nosotros, somos los que nos decimos: “no puedo, o mañana empiezo”, comienza hoy, no dejes para mañana lo que puede hacer hoy. No dejemos que la madre de todos los vicios, la pereza, nos venza.
Ten un alma firme, no dejes que la corrupción del mundo te atrape, porque si algún día llegases a caer en esta, ten por seguro, de que tendrás mucho miedo, porque tu alma estará débil, y tus actos, serán tan pobres, que temblaras. No dejes que la carne, sea más fuerte que el espíritu, antes que nada, piensa primero en tu espíritu, no satisfagas a la carne, porque está es débil y caerá.   Antes, piensa en elevar el alma, que es la que realmente vale.
No estas solo, Dios esta contigo, no te dejes debilitar por las opiniones de los demás, que muchas veces, están mal, y regidas por el cuerpo. Si haces lo correcto, te envidiaran, y por lo tanto, intentaran hacerte caer. Pero acuérdate, que hay uno más grande detrás de ti, que siempre te conservara, y te ayudara. Si practicas el bien, si elevas tu alma, no habrá mal que te toque, porque tu estarás mas allá de la razón.
“El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas  de  todos  los  fracasos”.  No tenerte confianza, pensar que harás todo mal, sin ni tan solo intentarlo, es algo que como dice Paracelso, nos llevara al fracaso, tanto material, como espiritual. Nunca pierdas la esperanza, siempre lucha por tus ideales, porque,” la esperanza, es lo último que se pierde”. Caer, sin haber intentado, es sinónimo de fracaso, no hay que dejar que el miedo, se nos apodere, siempre hay que tener Fe, de que se puede lograr los objetivos propuestos: “el hombre que ha perdido la fe, ha muerto”.

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