Detrás de una portada existe una historia por criticar

En estas dos últimas semanas tuve la oportunidad de leer un libro de Paulo Coelho titulado “Brida”, no soy lector afanado de dicho autor, sin embargo siempre me ha llamado la atención su capacidad de comercializar sus libros a pesar de tener grandes críticas literarias. Dicho libro estaba en mi casa, cosa rara, debido a que en mi casa todos lo critican a morir a excepción de mi papá. ​​

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El fin último no es hablar sobre el libro, más bien compartir una lección que aprendí al terminar de leerlo. Es menester abrir una portada para poder criticar su historia. Cuando lees un libro, debes de hacerte algunas preguntas, entre las cuales la que más se destaca es: “¿Quién soy ahora?”. Todo libro deja su enseñanza y la que obtuve fue la siguiente.

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En definitiva vivimos en un mundo globalizado, donde las culturas se han mezclado y las “atrocidades culturales” ya dejaron de ser censuradas y ahora son públicamente aceptadas, lo que debería llevar a formular la siguiente pregunta: ¿Acaso está bien dejar todo fluir y no analizar lo que sucede? Es deber moral ayudar al que no quiere ser ayudado, no podemos esperar que dejen de existir guerras, drogas, violaciones, robos, secuestros, muertes inocentes; si nosotros dejamos de preocuparnos por el conflicto interno que todos tenemos. Esos pensamientos negativos, esa terquedad de no querer ser amable con el resto, es ahí donde tenemos que llegar para poder abarcar problemas externos.

​Es importante conocer a una persona; una idea; un movimiento. No para criticarlo por fuera, ya que llegaríamos al “escándalo”, sino hacerlo en privado. Tenemos el poder de mejorar la versión de cada ser humano sobre la tierra. Movamos al planeta, formemos un movimiento de interés compuesto y démonos el valor suficiente para causar paz y amor a la consciencia inocente de ti y de mí.