El espíritu fuerte, vence al deseo, cuando el espíritu es educado y entrenado para aquello

No hace mucho este título venía sondeando mi cabeza, el vivir es tan confuso que a veces no sé si lo que pienso y hago está bien, o lo que el resto piensa y hace está bien. Este lamento muchas veces se me va, cuando recuerdo las formas de vida de mis héroes, y no deseo hondar en este tema, porque puede llegar a ser polémico. Pero ¿Cuáles son las características de mis héroes? Una de ellas, es la austeridad, otra la sencillez, otra la pro actividad, una que me encanta la fortaleza del carácter, no hay tibieza en su forma de vida.

Antes de proseguir, te pregunto ¿Vives por inercia, vives con la marea, o vives tomando tú las decisiones de lo que pasa en tu vida? Esta pregunta puede abarcar muchos puntos de vista, pero quiero precisar uno, y es la fortaleza del espíritu, como vivir alegres combatiendo el deseo.

Hay personas que interpretan  la alegría como el dejarse llevar por el gusto del momento, o por lo que podemos llamar “el deseo humano”. Ejemplifiquemos esto: 6 amigos acaban de terminar exámenes de alguna materia particular, y su pensamiento es “ya no hay nada más que saber de esto” o “ya no tenemos que estudiar más sobre esto”, festejemos por este nuevo ciclo. Para festejar sacan el alcohol, y piensan que festejar, es emborracharse. Piensan que la alegría iba a estar en su borrachera, que pensamiento tan anticuado, que pensamiento tan superficial. Cuando en realidad su verdadero don de festejo hubiese estado si se dedicaban a discutir más sobre sus errores y aciertos, controlando con medida el uso del alcohol.

El fin de aquel ejemplo, es saber que somos presos de nuestros actos. Estamos acostumbrados a dejarnos llevar por un instante de lujuria, por un instante de nuestro placer ilimitado, y jamás pensar a largo plazo. La “alegría parcial” no es alegría, es un atajo para olvidar lo triste que puede ser nuestra vida. Solemos pensar que olvidando un dolor, desaparece todo el desafío.

Si gustas ser alegre, entrena a tu espíritu, como entrenas a tu mente, si quieres ser alegre, entrena a tu espíritu como entrenas a tu cuerpo. Que tu voluntad sea eterna, y que te recuerden por ser valiente y jamás ceder ante lo que todos cedieron, te pregunto ¿Qué gracia tiene hacer lo que todos hacen?