Un desconforme en conformidad
He estado hablando sobre algunas vivencias
que he tenido en el internado de medicina que dura aproximadamente un año. Hasta
el momento, he contado sobre las rotaciones de cirugía y medicina interna, pero
quiero hacer un alto. Quiero contar algo que siempre hacía, sin importar la
rotación en la que me encontraba, que era leer.
Hay un tema que me preocupa mucho,
y es la facilidad que ahora el ser humano tiene para ser más vago de lo que era
antes, y eso ¿A qué se debe?, me atrevo a decir que es por el internet. El
internet, es una herramienta fabulosa, pero que como todo remedio, causa daños
colaterales. ¿Por qué menciono al internet cuando hablo del internado de
medicina? ¿Sabes que hacían gran parte de los médicos, o estudiantes cuando no
había nada que hacer?
En los primeros ensayos, cuando
hablaba de cirugía, mencioné etapas donde no había pacientes, pero jamás conté
que se hacía en esos lapsos. Cada vez no teníamos pacientes que atender, muchos
de nosotros (me incluyo), recurríamos al celular, computadora, redes sociales,
videos, entre tantas maravillas que el internet nos puede obsequiar. Pero no
tengas duda que ese era quizás mi momento favorito, junto a la hora de comida. Había
algo que siempre hacía, que me liberaba.
¿Por qué leer? ¿Para qué sirve?
Algunas veces se hacen esas preguntas, y creo que existen múltiples respuestas,
sin embargo, en esos momentos de estrés, la única respuesta que tenía era “para
escapar”. Apenas no había pacientes, iba a la última camilla y corría la
cortina para que nadie me viera y poder leer en paz. Era mi rincón de lectura,
el rincón cuando no existía nadie más que los personajes del libro y yo. ¿Alguna
vez te has sentido tan atrapado, que tu único gran alivio era correr hacía el
libro que estabas leyendo y empezar a
leerlo?
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