¿Cómo ser profundos?
¿Por qué ser profundos? ¿Acaso la
vida no es más sencilla cuando se es superficial? ¿Vale la pena elevar lo
profundo? ¿Si elevo lo profundo, lo profundo se vuelve superficial y debemos
bucear de nuevo? Finalmente ¿Cómo soy profundo?
Si camino hacia el final del mar
y me permito tocar el infinito. Si observo a las hormigas construir y narro con
fuerza y vehemencia su laboriosa construcción. Si logro pararme en medio del
público y ver como un pajarito recorrer de lo más bajo a lo más alto y de eso
hacer un análisis en comparación con lo que es la vida. Si dentro de lo que se
me es permitido pensar, llevo mi imaginación al máximo y logro plantear una imagen
que representa el mundo siendo observado por miradas placenteras. Si me
cuestiono la vida y su trascendencia. ¿Soy acaso profundo?
O ser profundo quizás, es para mí
lo que para un heladero vender sus helados. Quizás para ser profundo no se
requiera pensar mucho, sino simplemente tener la capacidad de reactivar a todo
tu ser para enfrentarlo a lo que más odias, darle ese coraje, ese impulso de
valiente, para decirle “aunque no me guste, tengo que alimentar y alimentarme”.
Que fuese de este mundo si todos
nos dedicáramos a ser profundos como dictaminan los pensadores de los libros,
quizás debamos elevar los brazos al cielo y agradecer que el porcentaje mayor
de la población, es profunda respecto a los pensadores de la calle. Finalmente
te dejo con una frase que me deja tranquilo, está la cito de uno de mis
pensadores favoritos, espero puedas encontrar de quien “El mayor miedo del
filósofo no es no ser entendido, sino que lo entiendan”.
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