No empiezo a pensar, por ti
El estado humano en un ambiente calmado y armónico, es de
constante cuestionamiento ¿Por qué? Es sin duda alguna, una posibilidad muy
grande, que muchas personas no estén conformes con el momento en el que están.
Sin embargo, en momentos que desean comenzar a interrogarse, hallan bulla y constantes distracciones contemporáneas, mejor
que la meditación y la reflexión, por el simple hecho de que es más fácil, por
lo cual evita, el cuestionamiento que planteábamos al inicio.
El estar rodeado de todo lo que me distrae a diario es lo
que causa que no pueda hacer una pausa. Podríamos hacer varios símiles a lo que
se está diciendo: En el equipo de fútbol siempre hay un 10 que frena, hace la
pausa, mira toda la cancha y da pase. Un ejemplo más drástico seria como cuando
estamos manejando y nos quedamos distraídos en algún tema y chocamos.
Así es una vida pasiva, sin reflexión, sin ganas de
conocernos, de saber más de nosotros. Si no pausamos, no seremos capaces de
observar todo lo que nos rodea, y muchas veces podemos llegar así hasta el
último de nuestros días, cuando nos damos cuenta, que nunca paramos.
Ahora, que estoy sentado, viendo la luna, con el viento
fuerte pero que me acobija, bajo un espacio estrellado que invita a pensar,
debo de pararme e irme, porque no empiezo a pensar, por ti.
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