Cuando te vas Parte 2
El esconderse no es suficiente para este gran mal, el estar
ido tampoco se ha demostrado que lo ha curado, peor aún, lo que algunos
esquivos de la ley promulgaron una vez “Está inhibición de mi voluntad, ¡va por
ti!”.
El correr lo suficientemente rápido nos dio a conocer que
solo cansa y no descansa. Las grandes mentes mediante su gran capacidad para
crear formulas infinitas, no pudieron apuntar con solvencia la solución de este
desquicio que no puedo quitarme.
El abrir cada mañana el periódico, perdón, ya no se lo lee,
diré, el abrir cada mañana mi intelecto extra corporal, me permite olvidarme de
manera temporal, el mal que emana mi cuerpo.
Tu ausencia, peor que la maldad de tener la cura y no curar,
me ha vuelto un poco más atento de lo normal, y después de varios karmas de
nacimiento, me he dado cuenta, que la solución, es mi ausencia sobre la
ausencia que has provocado. Ya no duermo, ya no descanso, ahora solo medito
mirando hacia abajo.
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