Narración de una partida de ajedrez

Los pueblerinos no podían creer lo que iba a empezar, una pelea campal, entre los altos estratégicos y los rebeldes sin causa. Experiencia y conocimiento, versus pasión y tenacidad. Los pasos agigantados pero no meditados, provocaron una caída de uno de los solados de los rebeldes.

El comandante de los alto estratégicos, visualizando todo el panorama, basados en la mala planificación de sus rivales, decide, aunque con mucho dolor, un sacrificio que va a significar la posible victoria. Uno de sus mejores soldados, va a partir. Con un adiós a este valiente vaquero, se da rienda suelta al ataque sin piedad.

Se prepara el mejor soldado para ir al campo, con una defensa debilitada, salta este legendario a la acción. Primer paso amenaza al cabecilla y estratega de los rebeldes, aunque un valiente veloz lo cubre. Al verse imposibilitado de acabar con el estratega, va y derrota a uno de los pilares del comandante rebelde.

Ayuda pide este feroz guerrero, para no dar tregua a la débil defensa. Viene con velocidad uno de los deportistas de los estrategas más cotizados en todo el medio, busca espacio y desmorona lo poco que quedaba por vencer de los rivales. Sin esperas y miramientos, la mejor arma, da fin a la cabeza de los rebeldes, con la pronta rendición de todos sus seguidores.