Paralelismo ¡Oh, Venezuela!
Los mecanismos creados por la desesperanza, han creado un vació que solo se cubre con palabras sin contenido, solo con mucha fuerza.
Así es vivir en la tierra del desalojo. Partidas inhumanas, llantos desconsolados, esa mirada ruda que te vigila al pasar. Los días no cambian y la mirada viva, poco a poco se hunde en el silencio.
Somos muchos lo que vemos a un costado, emitiendo una crítica, ahí queda la cosa. Los poderes que alguna vez funcionaron en orden, han sido revocados por la certeza de la verdad. La responsabilidad han sido de todos nosotros, o por lo menos mía, ya que no he hecho lo suficiente para que mi hermano/a sea feliz.
Como abrirle los ojos a alguien que piensa que aquel que está arriba, esta peleando por el/ella. La valiente pelea que lleva este ante ese que quiere invadir y llevarse de las suyas. Quizás sea cierto, pero podría ser más equilibrado.
Ese dolor no puede ser eterno, se pide a gritos actos de valentía. Hay seres que están cegados por las ganas de tenerlo todo, sin tener nada, hay que guardarlos para siempre en un cuarto oscuro, ya no son de uso alguno, ya dieron su mensaje. Vengan, por favor, nos gritan desde el corazón.
Es menester mencionar que todo ya está hablado. Para que el peso de la cobardía no vuelva a controlar, se debe buscar el lado más humano de cada ciudadano. Dar la mano desde el más pequeño, hasta el más grande. Que no se permita más, que las emociones humanas no sean tomadas en cuenta, para que los muertos no tomen el poder.
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