Viendo un cuadro, mi hermana me dijo
Aprovechando el cierre del 2018, mi hermana menor me puso desafíos, para comenzar a desarrollar mi creatividad. Sentados en la sala de la casa, respiró, pensó, y señaló un cuadro, donde aparentemente solo se veía el nacimiento del niño Dios.
Míralo, y desarrolla una historia de lo que ves. Me dijo.
Peculiarmente, detrás de toda la escena, se veía un hombrecillo caminando, apenas distraído por lo que se veía, me identifique rápidamente con el. Y así fue como vivió ese señor unos segundos en nuestra casa.
Yo caminaba sin mayor cuidado. Eran las 4 pm, ya había terminado toda mi labor, no paraba de pensar en lo que significaba estar en el momento. Lo que más me hacía vivir, era la esperanza del futuro.
Muchos gritos, personas corriendo hacía el norte. Una luz cegaba a aquel que se acercará mucho. Por un instante, deje de pensar en mi y en mi futuro... Hubo paz. Opte por seguir de largo, sin dejar de pensar en lo que sucedía.
Al seguir mi camino, exclamé ¡Que no claudique tu amor! Sin saber lo que eso significaba.
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